La escultura representa a Buda de pie, ejecutada en piedra mediante tallado, con proporciones equilibradas y una expresión facial serena. Su postura corresponde al Abhaya Mudra, gesto asociado a la paz y las bendiciones, mientras que los pliegues de la vestimenta han sido trabajados con precisión en bajorrelieve. La pieza evidencia la maestría artística alcanzada durante la dinastía Tang, evocando la monumentalidad de las tallas de las grutas de Longmen. Procede de China y mide 67 x 27 x 14 cm, con un peso aproximado de 50 kg.

Estado de conservación muy bueno, con intervenciones mínimas y puntuales realizadas para garantizar la estabilidad de la talla.

Durante la dinastía Tang (618-907), el arte budista chino experimentó una evolución hacia el realismo y el detallismo, tanto en las formas como en las expresiones. Las esculturas de Buda de esta época, como las halladas en las grutas de Longmen, muestran una profunda atención al equilibrio y la espiritualidad. Estas imágenes cumplían funciones simbólicas, representando la victoria espiritual y sirviendo como objetos de contemplación y devoción.