Esta excepcional talla en madera muestra a un hombre, posiblemente un padre, transmitiendo valores o protegiendo a un niño posado sobre un animal, en una escena rara en el arte africano.
El realismo facial contrasta con la esquematización del cuerpo, el niño y el animal, reflejando la maestría artística Yombe. La obra se distingue por su expresividad y simbolismo, evocando ritos de iniciación o protección espiritual.
Es una pieza única por su iconografía y alta calidad artística.