Estas esculturas de la dinastía Tang destacan por su acabado pulido y detalles minuciosos, incluyendo ropajes tallados en bajorrelieve, expresiones serenas y proporciones naturalistas.
Están inspiradas en modelos de los períodos Qi y Wei, pero muestran la sofisticación y movimiento característicos de la Tang. La riqueza ornamental, especialmente visible en el Bodhisattva, refleja la maestría artística de la época.
Obras similares se encuentran en museos como el de Shanghai, el Británico y el Metropolitan de Nueva York.