Esta escultura femenina de los Fang Mabea se distingue por su estilización, con grandes pies, piernas separadas y largos brazos apoyados en los muslos. Su rostro muestra ojos almendrados abiertos, boca prominente con dientes y un peinado a modo de penacho.
Fue creada como guardiana de relicarios ancestrales y cubierta con aceite de palma para realzar su pátina.
Es un ejemplo exquisito y raro de la estatuaria Fang, muy valorada por su calidad artística.