Impresionante figura andrógina tallada y policromada en rojo, negro y blanco, símbolo de armonía y sabiduría en la cultura Baoulé.
Presenta postura erguida sobre pedestal circular, marcadas escarificaciones y detalles de máscara y sombrero que refuerzan su rol espiritual. Los pechos incipientes y el sexo masculino apenas sugerido destacan su frontera con el hermafroditismo, característica frecuente en el arte africano.
Es una pieza excepcional como guía y protector de la comunidad.